domingo, 22 de abril de 2012

Si veinte años no son nada, diez son apenas un suspiro

"¿Cuántas vidas viviste antes de los cuarenta años Ernesto?"
Andrés Olaya

Hace una década rendí la última (la única) materia que me había quedado colgada de quinto año. No fue hace diez años, pero me estoy pasando por apenas uno o dos meses, que en proporción es lo mismo que una semana o unas horas. Salí de rendir y con 3 amigos (hay quienes dirían "secuaces") nos fuimos a tomar una fría al pasaje Masón; y me acuerdo estar sentado en la vereda, los codos apoyados en algún zaguán, un Gitane en la mano y mirando al cielo totalmente despreocupado, cuando Ramiro me preguntó: "Che Seba, qué vas a hacer ahora". 


"Ahora". No "después". 


Durante años había sido "después", después de profesoras buenas y de profesoras jodidas, de materias que me trajeron pesadillas, de exámenes que al día de hoy no se cómo fueron aprobados. Como todos, había ideado un plan. Quería ser músico. Mi plan era entrar al conservatorio durante quinto año y hacer algunas materias, en un intento de recuperar el año que había "perdido" cuando repetí; pero ese plan quedó trunco cuando me dio pánico el día del examen de ingreso. No me hice mucho problema... después podría planear mi "después". El tema es que el momento en el que lo tenía que tener decidido me golpeó así, tirado en una esquina tomando una birra con los pibes.


Me gustaría poder volver a ese día. Daría lo que no tengo por volver a ocupar por medio minuto ese lugar en el espaciotiempo y decirle a Ramiro: "ahora estoy haciendo esto, estoy disfrutando un momento con mis amigos. Y 'después' va a ser lo mismo. Voy a intentar no hacer nada que no me guste, y voy a intentar que cuando lo haga tenga un propósito. Voy a tener trabajos mediocres, pero van a ser parte de un camino que tengo que recorrer para encontrarme a mi mismo, de encontrar lo que realmente quiero hacer, porque que no lo sepa ahora no significa nada; y voy a tener la fortuna de trabajar de eso. Voy a sufrir, me van a romper el corazón más de una vez, voy a cumplir fantasías de todo tipo, voy a viajar. Voy a entender de la peor forma posible que hay gente en este mundo para la que el dinero es un fin y no un medio, voy a perder seres queridos, a algunos voy a extrañar y a otros decididamente no, y voy a encontrar más gente con la que podría estar en esta misma situación, en esta misma vereda o en otra. Voy a crecer y se me va a caer el pelo, y me va a chupar un huevo. En definitiva Rami, voy a vivir. Ahora, no te hagas el sota y pasame la birra".


Decirle eso a Ramiro sería, capaz, un poco mucho. Pero a ese loquito totalmente perdido de 18 años... le hubiera ahorrado muchas incertidumbres. Pero quien sabe, si hubiese sabido de antemano todo esto, capaz no estaría escribiendo esta boludez.


Los aniversarios con números múltiplos de cinco, por alguna razón, hacen que la gente se ponga más reflexiva. Me puse contento que a pesar de todo, estoy contento conmigo mismo.


Shazbut, gente. ¡Nanu nanu!

domingo, 19 de febrero de 2012

Playa del Carmen, día siete (seguro, porque fue el último) - Una noche en la 5ta Avenida

Para variar nos volvieron a decir cualquiera. Nos habían dicho que ayer a la noche iba a hacer boludeces por el carnaval. Iba a haber fiesta, cachengue, joda. Lo único que encontramos fue mucha gente vendiéndonos porro. Pero bueno, pude sacar las fotos que me habían quedado pendientes. Como no quiero hacer una última entrada tan chota, voy a tratar de describir los locales que hay.


La mayoría de los negocios venden un poco de todo. Chocolates, café, artesanías en cerámica, remeras de Corona y que grafican lo zarpados que son los pedos de tequila. Pueden pasear por todos, pero tienen los mismos precios (dolar más, dolar menos) y ahí no se puede regatear. No mucho por lo menos. Es un paseo aparte ver las botellas de tequila y mezcal. No lo digo de borracho empedernido, hay algunas botellas que son realmente lindas. Si no hubiese estado tan justo con el peso de la valija, me habría traído una o dos.


Después tenés restaurantes. Muchos y variados. Pizzas, pastas, vi uno de comida árabe y, faltaba más, hay de comida mexicana; pero sentarse a comer mexicano en uno de estos es una careteada... hay que meterse un par de cuadras y probar la primera taquería que se encuentre, por amor a la aventura. Mariscos y parrillas, no te falta nada. Hay hasta una parrilla argentina, pero no me hubiese animado a entrar.


Los menos son los locales de turimo (uno cada 2 o 3 cuadras). Ahí podés comprar tus excursiones a Chichén Itzá, Tulum, los delfines o lo que se te ocurra. Les vuelvo a recomendar, moverse con un amigo/conocido/amigo-de-un-amigo que sea del lugar o alquilar un auto con gps y moverse solos. Los lugares estos son un antro, te cagan mala onda. Ahorrense la entrada a Dolphinaris, no sean giles como nosotros. En Xcaret también hacen eso y muchas otras cosas, y el precio de las entradas es más o menos el mismo.


Hay un delincuente por ahí que tiene un tigre y un león de 3 meses. Te cobra 20 dólares por 3 fotos, más la propina que hay que darle a su secuaz que te hace el favor de sacarlas. Miren a los bichines de lejos, y saquen fotos con zoom.


Por último, están los que te venden cosas ilegales. Está en ustedes, yo no me arriesgaría. Primero, porque lo deben rebajar con la peor mierda; segundo porque vi la segunda temporada de Prison Break (que era en Panamá, pero es lo mismo).


No es un viaje que se hizo como a mi me gustan. Ni en pedo hubiese ido a hoteles tan zarpados como los que alquilaron mis viejos, hubiese hecho excursiones todos los días, y hubiese invertido el orden de los días (primero Playa del Carmen, después Yankeelandia). Pero al caballo regalado no se le miran los dientes, y la verdad es que la pasamos bien.


Gracias por haberme acompañado de nuevo, ¡¡shazbut, nanu nanu!!


























viernes, 17 de febrero de 2012

Tulum, día 6 o 7... estoy perdido ya - Ciudad Iguana

No se qué fue lo que llevó a mi familia a querer ir a las ruinas de Tulum. Creo que medio se la encajaron cuando compraron las excursiones en el aeropuerto, y con alguna excusa mentirosa o en el medio de todo ese caos, ni se dieron cuenta. La cuestión es que hoy nos levantamos de nuevo casi con el sol y nos metimos en otro micro que tenía con un guía denso, pero por suerte el viaje fue mucho más corto, poco más de una hora.


Tulum, según lo que nos contó el chanta-guía de turno, se llamaba Zamá, y cumplía dos funciones. Era un centro religioso y como daba al mar, ayudaba a que los barcos no se la pusieran contra el arrecife de coral que hay por ahí. Muy lindas las ruinas, que además están plagadas de iguanas. Y tiene una salida al mar.


Después de ahí nos fuimos a la playa, me tomé un par de Pacífico, y volvimos al hotel. A la noche nos fuimos a paseas por la Avenida 5. Los habitués de Villa Gesell habrán hecho, de forma muy correcta, un paralelismo con la 3. Muchos locales de artesanías, muchas licorerías, muchos dealers (me dio mucha gracia uno que me dijo "hey, ¿argentino?¿Quieres marigüana?"... ¡¡debo tener cara de doble cliché!!). Lamentablemente, no llevé la cámara porque se quedó sin pilas; pero hoy vuelvo y saco todo lo que pueda.


Les dejo algunas fotos... ¡¡Shazbut, nanu nanu!!


Todos los días hacen algo distinto con las toallas.
Ésta fue la más perturbadora.

Tulum I.

Tulum II.

Tulum III.

Tulum IV.

Tulum V.

Tulum VI. Noten la figura de la columna.

Iguana en el techo de alguna de las ruinas.

Tulum VII. Noten los pájaros a la derecha del cuadro.
Zarpado fotógrafo...

Tulum VIII.


miércoles, 15 de febrero de 2012

Playa del Carmen + Cozumel, supongan que días uno a cuatro...

Como les conté antes, cuando aterrizamos en Cancún a mis viejos les quisieron vender una especie de tiempo compartido, sistema de hotelería prepago o algo por el estilo. En realidad la historia fue así: bajamos y portábamos esa cara de pez boqueando por comida que por lo general se tiene cuando se aterriza. Mientras buscábamos el micro que nos iba a llevar hasta el hotel, se nos acercó una persona, nos preguntó que transporte teníamos y nos dijo dónde encontrarlo. Muy amablemente nos dijo dónde era y, sin tomar respiro, nos empezó a decir que en el hotel vendían las excursiones a precios desorbitantes... como decir que ir a una de las ruinas, nos iba a costar 500 dólares a cada uno; o ir a nadar con delfines, 400 entre los cuatro. Desoyendo todo sentido común y mis advertencias, se sentaron adelante del tipo, que les vendió por 260 verdes tres excursiones para los cuatro, pero para eso teníamos que ir a buscar los bouchers a otro hotel. Al otro día fuimos a ese hotel, y ahí fue que nos pasearon por 90 minutos vendiéndonos eso que querían vender. Una vez que se dieron por vencidos, nos hicieron pasar por una oficina y nos dieron los bouchers. De más está decir que no era nada como había dicho el vendedor (por ejemplo, nos había dicho que el nado con delfines se podía hacer en cualquier momento del día, y en la oficina esta nos dieron para elegir una franja horaria de dos días). Los que me conocen, saben el carácter que tengo... imaginen que mi viejo tiene muchas menos pulgas que yo. Por un momento pensé que de ahí nos sacaban con la policía; pero mi vieja terminó de arreglar todo. Nos dieron una excursión a Chichen Itzá (ruinas mayas) para el día siguiente, nado con delfines para el miércoles y Tulum (más ruinas) para el jueves.


Chichén Itzá - ¡¡Diez pesos, one dollar!!


Chichén Itzá es una de las tantas ruinas mayas que hay por estos lugares. Está a unos 250 km del hotel en el que estamos, y en el viaje de ida tardamos casi cuatro horas; en un micro con guía... uno de esos guías al que le gusta hacerse el gracioso. Fue un viaje por demás largo. Una vez que llegamos, nos dividieron en dos grupos, los que hablaban castellano y los que hablaban inglés. Las ruinas, como cualquier otra, es realmente impresionante; y no hay mucho para decir. Si algún día van, espero que les toque con guía con onda, no con uno que se quiere hacer el gracioso para que los turistas le den más propina o que se hace el chamán (no se si es el término correcto, pero supongo que se hacen a la idea de lo que quiero decir) y manda frutas con las fechas.


Algo que le saca magia al lugar, son los vendedores. Lejos de tener un ataque de macrismo, es bastante molesto mientras estás tratando de sacar algo en limpio de lo que te dice un guía vende-humo, que venga alguien cada dos minutos y te diga "hey, amigo, very bonito, ten pesos, one dollar, take, cheap, cheap". Además, tampoco es que estaba tan barato (con un dolar no compras ni una cerveza). Es todo regateo. TODO. No sólo ahí, en las ferias lo mismo. Estén advertidos.


Cozumel - Snorkel para todos


Cansados del día anterior, nos despertamos medio a cualquier hora. Fuimos para el centro que está por acá, compramos un par de boludeces (que algunos suertudos van a poder disfrutar si Aduana no me retiene nada) y nos tomamos el ferry que va desde Playa del Carmen hasta Cozumel. La idea ahí fue ir a hacer snorkel, mi viejo compró un equipo para cada uno y todo, así de emoción estaba el tipo. 


Así que ahí fuimos, y nos volvimos a encontrar un poco con el panorama del día anterior. No podíamos dar tres pasos seguidos sin que venga alguien a vendernos el mejor tour de snorkel. Lo más loco es que hicimos ta-te-tí entre los que vimos (no exactamente, pero casi) y terminamos en uno que resultó bastante bueno. Salió medio caro (30 dólares por cabeza, con descuento incluido); pero como ya estábamos medios corridos por el día (eran como las 4, y acá se está haciendo de noche a las 6/6.30), no pudimos regatear mucho. Nos vino a buscar una señora que nos llevó al lugar de donde salía la lancha y nos fuimos a nadar. En el camino nos dijo "menos mal que no se dejaron engañar por los que están a la bajada del ferry, esos son todos estafadores". Me pregunto si los demás dirán lo mismo sobre el resto de la competencia. En fin, empezamos a nadar y vimos un par de rayas, algunos peces de colores e incluso una anguila. Una lástima que mi cámara no sea sumergible. 


Dolphinaris + Río Escondido - Una de cal y una de arena.


Desde que bajamos del avión en Orlando mi vieja viene diciendo sólo dos cosas: "quiero ir a comprar a Miami" y "quiero ir a nadar con los delfines". Así que ahí tuvo. Llegamos al lugar y nos metieron en unos salvavidas; y de ahí a la pileta donde estaban los bicharracos. Primero vino Ricardo, que estaba un poco en ortiva y no colaboraba mucho (estaba más preocupado tirándole facha a su novia, si tenemos que creerle a la entrenadora). Así que ni bien se desocupó otro (muy de puterío, pobres delfines) fue remplazado. Un par de pruebas y cling caja. Nos quisieron cobrar 350 verdes por 36 fotos en un CD. A esa altura no podía dejar de pensar en los tipos que fueron a Springfield a filmar la película de El Hombre Radioactivo; ni tampoco podía evitar sentirme un poco violado. Deliberación va, opinión viene, transamos en 10 fotos a 120 verdes. Un robo.

Preparados para ser ser ultrajados nuevamente, fuimos a Río Escondido. Esto estaba a medio camino de Dolphinaris y el hotel. Llegamos con bastante tiempo de sobra, así que estuvimos haciendo huevo en unas reposeras que ahora quiero comprar para casa; en algo que nos querían vender como selva, pero yo digo que era un bosque espeso. Lo importante es que había árboles y una sombra copada. Faltaba el Fernet, pero estábamos como queríamos. Cuando llegó el otro grupo unos 35 minutos después que nosotros, nos metieron en una camioneta y fuimos todos al lugar donde iba a empezar el paseo. No dije de qué iba esto, ¿no? Bueno, fue lo más raro que hice hasta ahora. Capaz no lo más raro, pero estuvo bueno. Te llevaban de paseo por unas cuevas. Suena aburrido, pero créanme que valió la pena. Te hacen poner un traje de neoprene, unas sandalias medio raras que te hacen sentir que vas a tener más hongos que ensalada de champignon y el guía te hace caminar. Te meten en la cueva, y estás 30, 40, 50 minutos metido en medio de la oscuridad. La linterna es lo único que hace que no sea oscuridad total; pero el tiempo deja de correr ahí adentro. Además del guía, te mandan con un fotógrafo; y una vez que salís, te dejan ver las fotos. Ya estábamos preparados para cualquier cosa, pero nos dijeron: "una foto por 25 dólares; o todas, con 50 de regalo, a 70". Teniendo en cuenta que eran como 100 fotos (109 en realidad), no había mucho para pensar. Menos cuando las 50 de regalo eran onda National Geographic; amén de que el CD que te preparaban tenía un poco más de elaboración (una presentación en flash con un montón de huevadas de más). Además, nos regalaron comída típica del lugar (sopa de lima, algunos tacos medio raros, una ensalada con un aderezo que la rompía) y una copa de xtabentún (un licor de miel y anís que está de puta madre).



En definitiva, si vienen acá, háganlo con un local que los lleve por circuitos no turísticos (pero que no dejen de hacer cosas como Río Escondido) o ármense de paciencia para con los vendedores, que más allá de insistir con lo que venden no joden. Si van a nadar con delfines, no sean giles y hagan que se queden con las fotos, la imagen mental de ustedes nadando con esos bichos es más que suficiente. Perdonen que insista, juro que no me pagaron para hacerles publicidad, pero vayan a la cueva esa, está de puta madre y los guías tienen toda la onda.


Hay gente que me pide que recomiende cervezas. Básicamente cualquier cerveza es buena, y en el hotel tengo barra libre. Me habían recomendado la Victoria, pero no me gustó mucho; prefiero la Sol. Todavía no probé ni la Bohemia (que no es la misma que había probado en Brasil) ni la Tecate. Las que caminaron por la borda fueron: XX (la tenemos incluida en el hotel), Indio, Sol (que ya la había nombrado), Victoria (también) y la Modelo. Si me tengo que quedar con una, voy con la Sol. Como tengo barra libre, estoy probando muchos tragos... el que más sale es el Bloody Mary. También salió el destornillador con tequila, martini dry, campari con naranja, mojito, caipirinha, mai tai, cucaracha, entre otros... Mueran de envidia :P


Espero no haberlos aburrido mucho; como siempre, les dejo unas fotos. ¡¡Shazbut, nanu nanu!!


Plantación de ágave.

Entrada a Chichén Itzá.

Chichén Itzá I.

Chichén Itzá II.

Chichén Itzá III.

Padre tomando Victoria.

Foto para levantar minitas. Puro amor.

Peces de los que vi snorkeando.

Peces de los que vi snorkeando II.

Snorkeando como un campión.

Planta con tallo copado.

Abejita que hace el xtabentún. MUY chiquita.

Antes de meterte en la cueva, te tienen que hacer una bendición, para los tipos es bastante grosso meterse.

Foto para levantar minitas II. Puedo estar en familia, pero sigo siendo un duro.

O te la ponías en la cabeza, o te la ponías en la cabeza.
Pensar que los loquitos estos se metían sólo con una antorcha a buscar agua ahí...