domingo, 29 de mayo de 2011

Londres, día siete - Pasión de multitudes

Chapa, changüi... algo que realmente no sabía que iba a pasar, ni me interesaba ver; y aunque hubiera tratado de evitarlo, hubiese sido imposible. Ayer jugaron la final de la UEFA Manchester y Barcelona, y Londres se paralizó.


Empecé a escribir esto tres veces, y no puedo. Primero, porque lo estoy haciendo en un block de notas, porque no tengo internet en este momento, segundo porque no me gustaron los acercamientos que hice... tengo que hablar de futbol, un deporte que no me gusta, pero del que disfruto mucho su "misa" (amigos ricoteros, ustedes me entienden).


Me levanté y me fui a caminar por el parque que está cerca del hostel, y estaba en eso, preocupándome por nada, cuando un sonido más o menos familiar me llegó. Seguí caminando hacia el lugar donde venía el ruido, que cada vez se hacía más entendible, sólo que no tenía sentido... ¿qué hacía una hinchada cantando en el medio de un bosque?¿Estaría por terminar en medio de un mitín de hoolingans? Si era así, ¿qué carajo hacía acercándome?


Llegué, vi, y hubiese conquistado si hubiese entendido... ¿"UEFA Festival"?¿Por qué había una copa plateada en una plataforma, custodiada por dos polícias? Había un "bar" (un carrito desde el cual servían Heineken en vasos de plástico), y al rededor estaba lleno de gente, con remeras de Barcelona y del Manchester. Como soy boludo, pero no tanto, ahí terminé de entender que ese día era la final. Lo que no entendía es qué hacían un grupo de gallegos cantándole en la cara a otro grupo de ingleses. Y lo que menos entendía era cómo no se estaban revoleando las sillas.


El resto de día trancurrió tranquilo. Me quedé un rato ahí, pero después segui caminando. Me enteré que ganó Barcelona porque llegaron unos españoles gritando al hostel, pero en el medio no se escuchó nada. lo que hizo que tenga una revelación. 


Puede que no tengamos el mejor fútbol, que estemos estancados hace 20 años al fondo, que por alguna razón el pechofrío de Messi juega bien con Barcelona y cuando se pone la celeste y blanca le dan ataques de pánico y se queda chupándose el dedo atrás del arco, pero tenemos el mejor público. En casa, ese partido se hubiera escuchado por todos lados, cada gol se hubiese sentido como en la tribuna. Y no voy a hablar de los cantitos... los ingleses hablan fuerte, algo que no se entiende qué dice, una especie de himno del club o algo así, y los gallegos tarareaban... No señores, NO. El canto de cancha es... es... ¡es inexplicable! Sale de adentro, se roba una melodía y se le agrega letra. Y al otro se lo insulta, aunque sea políticamente incorrecto, porque al rival se lo humilla por donde se lo pueda; si un equipo logra una diferencia de cuatro goles, ¿ suspenden el partido? No, sigue... y si se tienen que comer siete goles más, se lo bancan. Bueno, lo mismo con los cantos.


Hubo fútbol, la ciudad quedó medio paralizada... pero de una forma muy poco familiar. Algún día vamos a volver a ganar y les vamos a mostrar cómo se alienta en un partido.


Nos vemos en Irlanda, ¡¡shazbut, nanu nanu!!


PD: Me olvidé de poner las últimas cervezas en Londres... Black Sheep, Carlsbergh, Bombardier y Spitfire. Ahora si, ¡¡nos vemos en Erin!!

1 comentario:

  1. "No señores, NO. El canto de cancha es... es... ¡es inexplicable! Sale de adentro, se roba una melodía y se le agrega letra"
    Es muuuy tuya esa frase.
    Excelente Sebaaa, espero que la estes pasando genial!!! SUBI FOTOOOOSS! Besos, pachu

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