lunes, 30 de mayo de 2011

Dublin, noche del día ocho y día nueve

No se por dónde empezar. Me arrepiento del error que cometí, este lugar es maravilloso, y si bien se pueden ver las atracciones turísticas en un día, me parece que Dublin es una ciudad que ofrece muchas más cosas que monumentos y edificios históricos. Voy a empezar por el principio, y voy a tratar de retomar donde los dejé ayer.


Salí del hostel, y vi dos pubs. Por alguna razón, elegí al más chiquito; y se dio lo que reza el dicho. Ni bien abrí la puerta supe que iba a estar bueno... había música en vivo. Una flauta, una gaita y una guitarra. Vi las cervezas que tenían para pedir, y elegí una que se llama Smithwick´s. Una vez que tuve mi bebida, me paré a un costado de donde estaba la banda. Una pareja me vio, y me ofreció asiento a su lado, me preguntaron de dónde era, cómo la estaba pasando, y ofrecieron un brindis. "Para los viajeros". Quedé congelado.


Uno tiene una imagen mental de las cosas, una idealización. Mi ideal de un bar irlandés, fue lo que viví en ese momento. Buena música, buena compañía, buena bebida... un ambiente amable, festivo y melancólico al mismo tiempo, lleno de risas y del sonido de los vasos. Las bebidas fueron: Smithwick´s, que ya la nombré, una O´Hara´s, y la mejor Guinness del mundo. No estoy exagerando, tenía un gusto distinto, más intenso, más fuerte y más suave al mismo tiempo... si le tuviese que poner un porrosso, le podría todos. Para terminar, tomé un vaso de Slane Castle. No, no era cerveza... era un whisky. Y muy rico por cierto. Como no había comindo nada en todo el día, me dio bastante hambre. Pasé por un lugar medio raro, Eddie Rocket´s, y pedía unas alitas de pollo. Me fui a dormir contento como perro con 25 colas.
Bowe´s, va a quedar por siempre ahí arriba.

Al otro día me levanté y, con el recuerdo de la Guinness de la noche anterior, me fui a la fuente. Algo que tienen que saber antes de que siga... así como Londres tiene el subte, Dublin tiene la falta de necesidad de ese medio de transporte, o uno tan intrincado. Se puede ir de una punta de la ciudad a la otra caminando, y no se tarda tanto.

Así fue que me levanté y fui a la fábrica de Guinness. Caminé un poco, y llegué enseguida. Entré pagué la entrada, empecé el tour. Muy interesante. ¿Sabían que el Libro de los Records Guinness se inventaron tras una discusión de bar, sobre qué pájaro era más difícil de cazar por su velocidad? Yo me enteré hoy. ¿Y que Guinness es resnsable de la campaña publicitaria más duradera de la historia? En 1954 tiraron 50000 (cincuenta mil) botellas en los 7 océanos, y todavía aparece alguna de vez en cuando. También aprendí que sirve la bolita que tenían las latas de Guinness, sirven para que cuando se sirvan en vasos, la cerveza haga espuma. Como estos, muchos más.

El resto del día fue caminar y caminar. El resto de la bebidas acá fueron una Red Porterhouse (de la cervecería Porterhouse, muy buena), una Kilkenny y otro whisky, esta vez un Locke´s.

Les dejo unas fotos:

Parece la tapa de Animals, pero es la fábrica de Guinness

¡¡Vamo´lo´pibe!!

Tengo un certificado de la perfección de ese vaso

Dublin, desde el bar que está arriba de la fábrica.

La catedral de San Patricio.

Burdock´s...

... ¡¡donde te sirven unos fish´n´chips ASÍ de grandes!!
En definitiva, fueron dos noches y un día de puta madre. Mañana me voy temprano a una ciudad que se llama Athenry, tiene más o menos 3200 habitantes. En teoría el viaje es corto, pero bueno. Les cuando llegue.


¡¡Shazbut, nanu nanu!!

1 comentario:

  1. Alto viaje irlandés guachooo. Seguí pasándola de pelos.

    sven23

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