jueves, 23 de mayo de 2013

Ürop Tour - Últimas fechas, "Praga, el viaje que no fue"

La pifiamos. Tendríamos que habernos fijado antes, y como no lo hicimos nos pasó lo peor que te puede pasar cuando tenés muchas ganas de ir a un lugar: llegamos y nos fuimos a las 2 horas.
Así arrancamos el día.
La única foto que logré en la República Checa. Guardala, que va a valer mishones.
Nuestra rutina al llegar a las ciudades era averiguar la forma de irnos, cosa de no encontrarnos con un "nop, imposible irse hoy, váyanse mañana"; rutina que, hasta antes de ayer, fue infalible. Capaz fue porque todos los países a los que fuimos eran de la UE, capaz porque tuvimos mucha suerte. En definitiva, en Praga no fue así. Las opciones eran irnos ese mismo día, a las dos horas de haber llegado, o el día anterior a que salga el vuelo de regreso, llegando a Roma con sólo dos horas para ir al aeropuerto y hacer check in + migraciones. En la ecuación estaba jugando el hecho de que habíamos dormido poco porque el micro de Berlín a Praga salía a las 7.30am. Sopesamos la posibilidad de tomar un avión, pero se nos iban los pasajes al doble, y no estábamos seguros si la aerolínea por la que íbamos a viajar nos iba a cobrar sobre-equipaje. Finalmente decidimos no arriesgar el vuelo y subirnos al próximo micro a Roma. Fuimos a una ventanilla a pedir el pasaje y casi nos venden uno para Rumania (al parecer, en checo, Roma se dice Roma y Rumania se dice Rome... y nos dimos cuenta sólo porque la mujer que nos quiso vender los pasajes nos empezó a hablar en la lengua extraña que hablan por ahí (vos, wachín cinéfilo que viste 3 películas de Kusturica, entendés lo que estoy diciendo). Fuimos a la siguiente ventanilla y lo que era Roma, en realidad era Florencia... Puta madre, no enganchábamos una. Compramos, bajo la esperanza de que, una vez en terreno italiano, iba a ser más fácil encontrar micro o tren a Roma. Compramos, nos subimos, empezó el viaje, con 5 paradas, que iba a durar 24 horas (lo más que estuve en un micro, por cierto). Primera parada, algún pueblo en la República Checa. Por alguna razón en los países del este europeo odian a las vocales. No pudimos ni tomar un café. Sin entender dónde mierda estábamos, seguimos viaje. En algún momento los carteles dejaron de estar en eslavo y empezaron a ser alemanes de nuevo. ¿Estábamos volviendo a Berlín? No sonaba tan mal. Paramos en otra estación, y ahí vimos que era Viena, Austria. ¿Qué carajo? 

Mapete.
El micro paró lo suficiente para que subieran dos tipos y siguió viaje. A las dos horas, en medio de la autopista, una patrulla lo hace parar. Dos canas suben, nos piden los pasaportes y se los llevan ¿QUÉ CARAJO? Al final no pasó nada. Los canas ponían cara de malos porque los austríacos son los primos malos de los alemanes. Seguimos la ruta. La verdad es que no pasó mucho, y si pasó no me enteré porque dormí todo lo que pude. Las otras paradas fueron: Venecia, Bologna, Florencia. Me parec que en Venecia un poco me desperté y creo haber visto algo. No estoy seguro. Capaz lo soñé.
Calate el viajecito
Todo eso en 30 horas, más o menos.
La cuestión es que todavía nos quedaba el temita de ir de Florencia a Roma. Micros ya no salían (dato de interés para vos, amigo que busca ahorrar en pasajes, es que los micros son bastante más baratos que los trenes y no son tremendamente malos). Por suerte la estación de trenes estaba al lado, y conseguimos lugar en el siguiente tren, que salía a los 10 minutos. Era la nuestra.
Frecciarossa, te amo.
De muchísima mejor calidad que todos los micros que nos habíamos tomado (vos que decís que me estoy contradiciendo, ahí tenés la diferencia de precio: el micro es barato pero no esperes más que un asiento y un baño; en cambio los trenes estos tienen enchufes y wifi... bueno, el wifi lo tenés que pagar, pero entendés la movida), el tren este resultó ser uno de alta velocidad. Clavó 250km, y llegamos a la hora y media. El resto fue lo de siempre. Llegamos al hostel, les explicamos por qué llegamos tres días antes de lo esperado y conseguimos cuartos sin ningún problema. Ahora estamos haciendo básicamente nada, haciendo las últimas compras y esperando que llegue el 25 para volver.

Ahora, para todos los que se están agarrando la cabeza diciendo "uh, estuvo en Praga y no pudo tomar nada", les comento que me hice espacio para sólo una, que la eligió mi fanatismo por Tolkien: Radegast. Y en Austria, después de que la cana me devolvió el pasaporte, llegué a tomarme una Schlossgold (que para mi sorpresa era sin alcohol). DAB fue la primera que tomé en Roma, pero por lo general estoy tomando Nastro Azurro (por ahora, la favorita acá).

Sin más, los dejo hasta la próxima. Shazbut, ¡nanu nanu!

lunes, 20 de mayo de 2013

Ürop Tour - Fechas 19 a 21, "Live aus Berlin"

Los más despiertos dirán "este borracho aparece 4 días después y se saltea del 17 al 19...". Si usted, compañero/a es así de mal pensado, déjeme explicarle cómo fue la secuencia. Teníamos planeado viajar (pasajes comprados y todo) desde Amsterdam a Berlín la noche en la que hacíamos el check out, cosa de dejar los bolsos en el hostel y pasear ese día. Pero nos cagaron. En el hostel te alquilaban unos lockers muy útiles si querés dejar una mochila medio vacía, pero no los bolsos como los teníamos. Probamos suerte en la estación de micros, pero tampoco... así que nos tuvimos que quedar en la estación unas 11 horas. 11 horas en las que me puse al día con Danza de Dragones (si no empezaste a leer Juego de Tronos, no entendés nah). 
LI - BRA - ZO.
Después el viaje fue tranquilo. Bah, como puede ser cualquier viaje en micro de 9 horas. Dos paradas estratégicas en el medio, como para estirar las piernas y que ventile un toque el micro y llegamos a la estación con toda la puntualidad. De ahí, a U-Bahn. ¿El lo qué? Berlín tiene varios medios de transporte, a saber: colectivo, tranvía, subte y tren. El U-bahn es el subte, y el S-bahn el tren. Aunque hay veces que el tren va por abajo de la tierra y el subte por arriba. ¿Locura? No, esto es Berlín. Vos, loquito que estás planeando subirte al primer avión para probarlos, te comento que tenés varias opciones para pagarlo. Viaje corto (creo que es hasta 3 estaciones), viaje simple (dividido por zonas, el común sale €2,40 y tiene una validez de 2 horas, en las que podés tomar cualquiera de las opciones que te nombré antes). Después tenés el pase por día, que sale algo de €6/6 con monedas. Te lo recomiendan para los tours. Ahora, lo importante de estos tickets es que no los comprás en una ventanilla, sino en una maquinola que te acepta todas las monedas y los billetes de 5 y 10. No hagas como un salame que conozco, que estuvo 20 minutos tratando de que le acepte uno de 20. Una vez que tenés el ticket, lo tenés que validar, y eso lo hacés en otra máquina que está a dos pasos de donde compraste el boleto. ¿Que si podés hacer argentineada de no pagar el medio de transporte? Si te gusta apostar, de una. A nosotros nunca nos pidieron los boletos. Y no es que es "argentineada", al parecer es un "error" que cometen muchos turistas. Al parecer el sistema alemán es bastante complicado hasta para el resto de las Üropas. A todo esto, estaba haciendo bastante calor, ponele unos 22º a las 10 de la mañana. Y veníamos de unos 9º en Amsterdam. Buzo y pantalones largos. La estábamos pasando como el culo... y el check in era a las 4pm. Por suerte estos nos dejaron poner los bártulos en un cuarto, como para dar unas vueltas. Así que eso hicimos (o por lo menos tratamos).
Descontracturamos jugando unos fichines.
Y tomando una Berliner.
Dado que de los tours estos que hicimos en Amsterdam nos habían gustado todos, tratamos de repetir acá. Enfatizo el TRATAMOS. Habíamos marcado cuatro para hacer: el tour gratuito, el del 3er Reich, uno sobre el Muro y otro sobre la Berlín moderna (graffitis, okupas, etc, etc). Mientras nos tomábamos unas frescas, revisamos los horarios y vimos que íbamos a poder hacer todos los que queríamos, pero en orden inverso. Así que fuimos a tomarnos el subte y, acostumbrados a que en Londres todos los subtes se cruzan con todos, fuimos a empezar la red de combinaciones que creíamos nos iban a llevar al punto de encuentro. No contábamos conque lo que teníamos en el mapa no eran sólo los subtes, también teníamos los trenes.
Te dejo el mapita, como para que te ubiques.
Así que ahí fuimos, a tomarnos la línea verde o la rosa desde Alexanderplatz (la plaza de Bourne Supremacy), pensando que eran subtes, pero en realidad eran trenes. O un tren y un tranvía. O algo aí. La cuestión, en los subtes no veíamos para meternos a ninguno de los dos. Se nos pasó la hora de encuentro, y como entre el calor y la frustración de no entender lo que teníamos que tomarnos, decidimos caminar hasta las 15.30 y volver al hostel como para hacer el check in y dormir un poco; y a la noche veíamos qué hacíamos (capaz nos metíamos en un tour que era "Berlín de noche", pero a eso volvemos más tarde). Luciana se tiró a domir una siesta (que terminó a eso de las 21.30/22) y yo me fui a buscar algún lugar para comer (el día anterior, en la estación de tren, habíamos comido pelotudeces y eso no ayudaba a nuestro humor general). El hostel, para darles un marco geográfico, está sobre Straße der Pariser Kommune y Karl Marx Alle (a 10 cuadras de donde estaba el Muro, del lado soviético... a eso también volvemos más tarde). Bajé por la de Carlitos, hice unas cuadras y doblé en la siguiente avenida (Warschauer Straße, por si te intersa). De ahí seguí hasta que vi un localsucho, con pinta de ser una carnicería en la que preparaban sus propios platos así que me tiré el lance. Me pedí algo que entendí que eran salchicas con chucrut, pero resutó que no tenían más. Medio hinchado las pelotas, le pedí lo que estaba inmediatamente abajo del menú (menú desplegado onda Mcdonals, no en papel). En menos de un minuto me trajo el mismísimo Edén en un plato. Codillo de cerdo acompañado con una porción ASÍ de chucrut las mejores papas hervidas de mi vida (debe ser el agua, no se). Casi que no le tuve que pedir la cerveza, me vio la cara y listo. Gessner, creo que fue la mejor de este viaje hasta ahora. Deglutí, volví al hostel, morí hasta el día siguiente.
Arquitectura soviética. 
Mi última cena, es esta.
Ya descansados, las neuronas nos hacían mejor sinapsis. El día no tenía nada (NADA) que ver con el anterior. Nublado, 12º, lluvia y viento. Salí en bermudas y con un bucito. Luciana en short. Le pusimos onda igual. Arrancamos para la puerta de Brandenburgo para hacer el tour del Muro. Como llegamos temprano fuimos a ver el Tiergarten (en tu cara Hyde Park, en tu cara Tuileries). Llegamos justo para el tour. Muy interesante, muy educativo. Me enteré de algunas cosas que no sabía, como la conferencia de prensa que se le va un poco de las manos a un tipito que se tuvo que refugiar andá a saber dónde (o capaz terminó en Siberia pelando remolachas). Bastante movilizante, no recomendable si no tenés la más puta idea de qué fue la Guerra Fría o si nunca jugaste al Red Alert 1 o 2). Lo que si, el guía medio que había flasheado que no iba a tener que laburar ese día, y cuando vio que el grupo era medio grande no le quedó otra. No le puso muchas ganas, pero tampoco es que fue un desastre. Terminamos a eso de las 4/5. Volvimos al hostel y arrancamos para el de Berlín de noche. Mirá que a mi me gusta malgastar plata, pero esos fueron los €12 que menos disfruté de todo el viaje. La verdad es que me lo confundí con el Tour de la cerveza que tienen en Praga, y pensé que terminaba en una bar que me habían recomendado. No, nada que ver. Te llevan a boliches, y terminan el tour en uno gigante que se llama Matrix. No llegamos a ese, vimos lo que era el tercero y nos fuimos a la mierda. Para empezar, el primero fue en un lugar medio en un entre piso, entre PB y un sótano, ponele. Te comento, soy medio claustrofóbico. Ese me lo banqué porque tenía una escalera corta a la calle, desde el local se veía la vereda... pero el segundo ya era directamente en un sótano. Te vuelvo a explicar, una vez pagué la entrada para un boliche pero me quedé 5 minutos, le regalé la consumición a un amigo y le dije "te veo afuera". Y eso fue porque el lugar era medio encerrado, imaginate la situación en un puto sótano. Fui y le dije al payaso que nos estaba llevando de un lado al otro (era un payaso, mi hermana no me deja mentir) que me iba a la mierda, que la verdad me confundí de tour. Me juró que el siguiente iba a ser una bar y me mintió. Le dije a Lu que me iba, que si se quería quedar todo bien. "No, es un embole esto". Te lo juro porque se me corten todas las cuerdas de la guitarra. A mi hermana le gusta ir a bailar más que al Bambino, así que el tour de Berlín de noche, buuuuuu.
La bicicleta de la cerveza.
Ampelman, que gigante que sos.
Embajada rusa.
La Puerta de Brandenburgo. Acá empiezan todas mis aventuras en Berlín. Ponele.
Algún monumento contra el Muro, con la puerta de Charlottenburgo de fondo.
El Muro, de posta.
La Zona de la Muerte, de recreación.
Un pueta de la imagen soy, la puta madre.
"Beso de la muerte". Abajo dice: "Dios mío, ayúdame a sobrevivir este amor asesino". Hacete un favor, wikipedialo.
La dejaron manejar un trabant y rompió un cacho del Muro.
Porque al yanqui no le gusta hacerte saber que te ganó.
Ahí me querían meter. No gracias, ya vi Irreversible.
Arrancamos el día siguiente para ir a ver mierdas del 3er Reich. Decidios a no cagarnos de frío, fuimos con buzos. Hicieron 24º... no la pegábamos. Igual fui en bermudas, no la pasé tan mal. Por lo menos no por el clima. Yo tenía ganas de hacerlo, Luciana estaba que medio se aburría porque hizo un secundario de mierda del que no le quedó mucho de esa parte del siglo XX; y la verdad es que el forro que nos tocó de guía no ayudó mucho a eso. El muy garca estaba más preocupado en ponerse al día con una amiga que lo fue a visitar que en mostrarnos cosas. Además hablaba en un gallego muy cerrado y para adentro. Ya está, metete en un barril de nafta y prendete fuego. La pasamos medio como el orto. Punto algo, los jardines del barrio judío. Punto bajo, pasó por al lado del memorial que hicieron los judíos por sus muertos y no dijo nada, y es bastante imponente el coso ese. Algo que dijo en lo que si lo banqué es que por un lado tenés ese que es gigante, que en comparación con los otros que hay (uno para los gitanos, otro para la comunidad gay) queda medio choto. O sea, siguen diferenciando. Hagan un monumento para todos y déjense de hinchar las bolas. Aprendan de Holanda, que hizo eso. Bueno, no exactamente, pero más o menos. Volviendo a lo chabacano, nos habían dicho que justo ese día había algo que se llama Karneval der Kurturen, Carnaval de las Culturas. Sin más recomendación que "vayan, va a estar bueno", nos mandamos. Decir que era un bardo es minimizarlo. Imaginate Gualeguay, con unos corsos bizarros que representan a distintas comunidades, sin sentido alguno, rodeado de alemanes totalemente borrachos. Y eso en sobre la avenida por la que van los camiones; en las transversales había mini-raves... bueno, no se si se sigue usando esa palabra, pero era eso. En la calle. Y no se hace de noche hasta las 23. ¿Divertido?, si. ¿Se le puede seguir el ritmo? Qué se yo, supongo que hay formas. La joda es que el 80% de los negocios cierra por esto, y la joda seguía hoy. Zarpado es poco.
El mejor monumento a lo que representa la guerra...
...Una madre abrazando a su hijo muerto.
Karneval der Kulturen
"Cultura" argentina. Te comento que había gente con al remera de la bosta. Estaban choreando.
Mi único héroe en ese lío.
Llegamos al día de la fecha, 20/05. Último en Berlín. Nos quedaba hacer el tour general, que es a la gorra. En realidad, medio que habíamos decidido que si nos tocaba el mismo tipo que el primer día, le dábamos otra oportunidad, pero que si era el mismo de ayer, nos íbamos a la mierda. A todo esto, el día fue tranquilo, estaba fresco pero sólo para buzo. De vez en cuando pegaba un rayo de sol loco, súper manejable el día. Llegamos de nuevo a la plaza de Brandenburgo y nos encontramos con aproximadamente 200 personas para hacer el mismo tour. No jodo. Llamaron a un par más medio de emergencia y dividieron a la gente. Por suerte no estaba ninguno de los dos guías que nos habían tocado antes. Esta vez caimos en manos de David, de Granada. Todo lo que no hicieron los anteriores, lo hizo este muchacho. Así que ya saben, si vienen a Berlín, traten de enganchar los tours de él. También me habían recomendado a una piba argentina, pero no me acuerdo el nombre. Pueden tirarse a la pileta, peor que los dos primeros que tuve no pueden ser. Después fuimos a comprar boludeces. Pegué chopp de bota y chopp con tapita. Cervezas de estos días (más o menos en orden): Berliner, Budweiser (pero de República Checa... nada que ver con la yankee), Gessner, Franziskaner (de trigo), Flensburger, Berliner kindle, Bitburger, Köstritzer.

Esto es como una PD... entre todas las boludeces que dije creo que dejo entrever la principal característica que hizo que me enamorara de esta ciudad: tiene mil años, pero en algún punto es como si tuviese 20 años. Durante treinta años estuvo separada, y todavía hay diferencias notorias entre los dos lados de la ciudad. Para empezar, es increíble cómo con sólo cruzar una cuadra el estilo arquitectónico es completamente distino. O sea, la zona de influencia "capitalista" correspondía a franceses, ingleses y estadounidenses... cada uno con un estilo distinto, una "visión" de lo que la ciudad debía ser; y del otro lado tenés el estilo soviético, que también quiso usar a Berlín de ciudad ejemplar. La avenida que estaba cerca del hostel (Karl-Marx-Allee, que antes era Stalin-Allee... imaginate que tanto quería Stalin que sea un modelo que le puso su nombre) era la representación de lo que planeaban para el "futuro" de las ciudades soviéticas... o para tocar un ejemplo que nos toca de cerca: lo que era Berlín socialista es sensiblemente más barata que la otra. Estamos hablando de 3/4 euros un plato de comida (que es casi la mitad). También en esa zona está la mayor parte de lo que es el movimiento okupa, es un toque más marginal. Pero es una ciudad abierta. Además, es un destino que atrae a cualquier objetivo: si te cabe la historia, tenés a toneladas (no sólo de nazis y socialistas, tenés un par de museos donde tienen las cosas que también se robaron de alrededor del globo (y que los ganadores de la 2ª Guerra les dejaron)... La cuestión es que , me fui con la idea de volver.

Les debo como 20 fotos, pero dado que tardé 3 horas en subir las únicas 5 que hay (el mapa es sacado de internet, no cuenta), y que me tengo que tomar un micro en un par de horas, les prometo que las subo mañana cuando llegue a la última parada de este tour: Praga. Listo lo de las fotos... pero Praga te lo debo hasta el próximos viaje. El por qué, te lo explico mañana, estoy bastante cansado. Shazbut, ¡nanu nanu!
Así nos despedimos.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Ürop Tour - Fechas 15 a 17, "De drogas, putas e iglesias... y quesos, no olvidemos los quesos"

Llegamos a Amsterdam. A los que digan "eh, seguro que estuviste drogado todo este tiempo, por eso no escribiste nunca", les digo que no fue así, no todo el tiempo por lo menos. El tema fue así: Salimos de Londres a las 21.02, en el tren más puntual del mundo, con destino al puerto de Harwich de donde salía el ferry que nos iba a traer. Bueno, "acercar" es el término más exacto; porque de ese puerto a Amsterdam nos tuvimos que ir en tren hasta muy cerca de Rotterdam, y ahí hacer otra combinación. A todo esto, en Holanda hay una hora más que en Inglaterra. Todo esto sumado a que en el ferry dormí 4 horas aproximadamente (podrían haber sido 6, pero me enganché con Secretaria Ejecutiva... qué se yo, no la había visto nunca). Sacando eso de lado, el viaje es una masa, el ferry era de Stena, la misma línea con la que fui de Belfast a Edimburgo, y el servicio es de puta madre. Cabina doble, camas cuchetas, con baño privado y en el lobby había de todo. Una genialidad.


Si vas a viajar...
...hacelo con estilo
Entre idas y vueltas, se nos hicieron las 12/13. Dejamos los bolsos y nos fuimos a caminar un poco. Primera sorpresa: encontramos un local de quesos, ¡y nos encontramos conque estaban todos buenos! Nunca había escuchado que los quesos holandeses sean particularmente buenos, pero ahí los tenías. A la tarde volvimos, acomodamos un poco las cosas y cuando nos quisimos dar cuenta, ya estábamos por ir a dormir. 

Convencidos de que el segundo día iba a ser igual, llegamos a la conclusión de que lo mejor sería meternos en alguno de los tours de Sandemans. Para los que no los conocen, son altamente recomendados. Tienen en español o en inglés, y te llevan por lugares medio raros. Ponele, el pibe que nos hizo guió a nosotros, nos llevó a Begijnhof, por una de las calles del barrio y de paseo por los canales. Todo eso y algunas cosas que por ahora no me acuerdo, en un par de horas. Nada mal. Como terminamos contentos, nos fuimos a uno de la misma gente (con el mismo guía) por el barrio rojo, que va desde un local en el que te hacen el preservativo a medida, a pasear por las vidrieras donde están las muchachas (algunas muy bonitas, otras para nada). Nos explicaron cómo es que funciona y las diferentes ofertas que hay por ahí. Hay de todo. Muy turbio, no voy a dormir nunca más tranquilo. El dato loco de la fecha fue que está prohibido sacarle fotos a las prostitutas, bajo amenaza de que podrían tirarnos un frasquito lleno de pis. Si alguien se anima a sacar la cámara con esa posibilidad, bienvenido. Yo, yo soy muy cagón. Van algunas fotos de estos días, fueron pocas.


Picador en oferta.

La estación de tren.

Con esto puesto, pega o pega.

Uno de los canales. Manejame la inclinación de las casas.

¿Pancho? No se, fijate.

"Arte". Qué se yo.

Si no te pisa una bicicleta, te pisa el tranvía. Ojo en la calle.

La bandera de Amsterdam

Otro de los canales.

Fruta porrera.

Forros locos.

Molino con cervecería incluida.

Casa flotante.
Ya los escucho gritar, "eh, no contás nada de los coffee shops, sos un careta". Comprar marihuana es como comprar cerveza. Vas al lugar, te dan un menú, elegís lo que querés, y te venden de a gramos. Lo podés fumar ahí o llevártelo. No tiene mucho más secreto que eso. Al parecer hay algunos amsterdamers que les rompe un poco las pelotas el temita del turismo fumón y hay proyectos para que sea sólo para gente local. Por ahora está todo en veremos. El hostel tiene un cuarto exclusivo para fumar. Es medio loco ir caminando y ver que en un local están armándose tremendos tronchos. Pero nadie se hace drama por nada.
 Cuarto para fumones. Salís con bajón sólo del humo.
Las cervezas de estos días fueron: Dommelsch, Texels, La Trappe Witte Trappist, Columbus y Hartog Jan. Hoy es la final de la UEFA, Chelsea contra Benfica. Capaz me voy a un pub a ver cómo se vuelven locos. Después les cuento. Shazbut, ¡nanu nanu!

lunes, 13 de mayo de 2013

Ürop Tour - Fecha 14, "Arte en las paredes"

Una de las cosas que más me gustan de Londres es que tiene mil cosas para descubrir, y la mejor forma de hacerlo es con los guías de las London Walk. Estudiantes de historia, arte y/o actores, te dan una visión de otra forma, en una ciudad tan grande, no tendrías forma de aprender. La primera vez que vine hice una de Jack el Destripador y me había gustado mucho. El tipo   no se quedaba solamente en el relato periodístico de los asesinatos, si no que contaba como era la vida en la época. Esta vez fuimos por una historia distinta, el arte callejero. En principio queríamos hacer uno sólo de Banksy, pero no tuvimos en cuenta lo efímero de los stencils. Así que encontramos este y vimos un poco de todo, e incluso enganchamos a una sudafricana pintando haciendo una bruta pintura. El día fue básicamente eso porque temprano a la noche nos tomamos el tren para ir al ferry que nos llevaba al próximo destino. Pero de eso les hablo a la noche, ahora me despido y los dejo con algunas fotos de ayer. Shazbut, ¡nanu nanu!

Este estaba a la vuelta de donde se estrenó por primera vez Romeo y Julieta.
Se llegó a la conclusión de que la imagen los representa.


Esto está taladrado.

Invader, haciendo mención a Star Wars.

Un homenaje a Moebis (artista de cómics) y a Adam Yauch (de los Beastie Boys). 

Cuervo con esqueleto.

Cerdos voladores.

Sudafricana en acción. Ya la estamos facebooqueando. 


Pegatina a lo Banksy.


De frente no se veía eso, la imagen se forma con líneas moduladas. Un flash.

Ninjas.

Puntillismo con aerosol. 



El único Banksy que vimos.