martes, 7 de mayo de 2013

Ürop Tour - Fechas 7 y 8, "Génova - París, expreso de medianoche"

Sopesando las posibilidades de transporte entre ciudad y ciudad, vimos que de cualquier lugar de Italia se podía ir a París haciendo escala en Milán. Si sólo hubiese tenido un amigo que me diga "eh, wacho, es altamente irrecomendable". Vamos a la anécdota, que es lo que vende.


Así te sentís cuando te vas de Milán a París en tren.
En principio arrancó torcido el asunto, porque nos habían dicho que el tren de Génova a Milán salía de Brignole, la misma estación en la que lo habíamos sacado (que estaba a dos cuadras del hotel; pero en realidad salía de Piazza Principe, que estaba a varias cuadras. De ahí a Milán no hubo mucho más problemas, llegamos 19.30 y el tren a París salía 23.30... perfectos de horario y hasta iba a poder hablar con mis amigos durante el partido de River. Comimos alguna boludez, nos metimos a un wifi y nos pusimos a esperar. Cabezazo de Lanzini y le ganábamos a la bosta antes de los 50 segundos. De repente vemos que los trenes se empiezan a atrasar, de a poco la estación deja de funcionar. Cuando nos quisimos dar cuenta, la pesadilla estaba empezando: Nuestro tren atrasado 45 minutos y Silva le quiso chorear la cámara a un fotógrafo, porque los bosteros son así. El registro fotográfico de la jornada es inexistente, pero a medida que fue pasando el tiempo, viendo que no sólo el tren se estaba atrasando sino que no tenía andén asignado, hicimos averiguaciones. Resulta que la línea estaba parada porque uno se tiró a las vías, y estaba la cana haciendo lo que sea que hace la cana en esos casos. La cuestión es que el tren salía de ahí sí o sí, sólo había que esperar. Por suerte fueron nada más que 2 horas. Pero la joda no terminó ahí. El tren era una gigante, pero las cuchetas eran una cosa ínfima (te invito a que veas la página de la línea, y tomes las fotos como un contraejemplo de lo que era). El público usuario no entendía que las valijas no debían ponerse cerca de las puertas, porque se activaba una alarma y el tren se paraba, cosa que fue explicada en cada una de las 4 veces que pasó... lo que le costó al viaje casi dos horas más de atraso. En definitiva, tendríamos que haber llegado a París a las 9.30 am y llegamos a las 13 pm. Si vas a viajar, anotate este consejo: no vayas con la segunda clase de Thello Rails.

Como no hay mal que no dure 100 años, logramos llegar sanos y salvos a París. El check in del hostel era a las 15, así que dejamos los bolsos en el cuarto que tienen reservado para eso y nos fuimos a pasear y a comer algo.


petit souris parisino
Cerveza del día para mi, Grimbergen, de Bélgica. Me tomé dos y quedé J-O-Y-A

Cerveza del día para mi hermana, 1664.

Una gárgola de las del Jorobado.

Facha.

La nueva moda en París, hacer giladas.
Después dejamos el bolso y a Luciana no se le ocurrió mejor idea que ir por la avenida que está cerca del hostel y bordear el Sena. 7 horas. Nada, morimos de cansancio. Pero pegamos esta linda foto fraternal.


Para la gilada que lo mira por TV

No cenamos, no tomamos más cerveza, no hicimos nada más que tirarnos a dormir. Más tarde les cuento del día de hoy, ahora me voy a cenar. Shazbut, ¡nanu, nanu!

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