jueves, 2 de junio de 2011

Belfast, día doce - Entre el Titanic y el IRA

Como no se por dónde empezar, voy del principio.

Me desperté a las 8.30. No se cómo, no se por qué, no me pude volver a dormir; por lo que decidí vestirme y empezar el día. En el hostel dan unos desayunos muy buenos, pero de esos que todavía me niego a tomar (onda, salchichas salteadas, con panceta frita, con dos huevos fritos encima). Opté por el desayuno "vegetariano", que tenía huevos revueltos, dos pedacitos de tomate, tostadas con manteca y unos porotos. Si, porotos. Como primer aproximamiento al Desayuno Inglés, estuvo bueno.

Salí del hostel y me puse a dar vueltas, sin ningún rumbo fijo. Caminé por un paseo que hay al lado del río Lagan, seguí por el City Hall, me encontré con algunos murales del IRA y volví al hostel. Me tomé otro café mientras veía qué podía hacer. Se me ocurrió ir al Museo de Transporte, donde vi que tenían una muestra del Titanic (no sabía que se había construido acá, me enteré mientras venía). Con destino, pero sin ruta, decidí ir caminando, a ver con qué me encontraba. Pasé por unas sedes de la universidad local, el Jardín Botánico, y una infinidad de calles. Me volví a encontrar con el Lagan, y volví a seguirlo, esta vez yendo para el otro lado que a la mañana. Algo que tengo que aclarar, todo esto lo estaba haciendo SIN MAPA.

Algo maravilloso que tiene esta ciudad, es que tiene carteles de "usted está aquí" por todos lados, y figuran los puntos de interés. Había algo que decía Titanic Trial, pero no le di mucha bola, hasta el final, por que me había acercado mucho a la zona portuaria. Medio de kamikaze, sin saber muy bien donde me estaba metiendo pero confiado en que los mapitas esos no me iban a llevar al cuartel general del IRA donde me iban a raptar y le iban a pedir rescate a quién sabe quién, seguí. Terminé en la zona de los astilleros, y finalmente al sitio donde armaron al barco. La verdad, para ser un hueco de hormigón en el suelo, es bastante impresionante, y vale la pena la caminata. Más que nada porque no representa mucho esfuerzo, más allá del de caminar por bastante tiempo. No hay que cruzar zonas turbias, no hay calles peligrosas, ni pasás por abajo de ningún puente (capaz si algún puente, pero lo que quiero decir es que es un paseo totalmente agradable). Algo que me olvidé de decir: por primera vez en 12 días estuvo soleado. Muy pocas nubes, pero nunca se tapó al sol. Volviendo al hueco en el suelo... es bastante (muy) impresionante. Y no pude evitar pensar en Rose diciendo "Jack, come back". Después de eso, y no esperando a que mis piernas me acusaran recibo de la caminata, volví al hostel. Fue una caminata de más o menos 5 horas.

Llegué, y obviamente las piernas me empezaron a decir "joputa, ya vas a ver". Pero más que nada me dio mucho hambre. Claro, no comí nada en el puto día después de ese desayuno (ese es otro consejo... ¡¡¡aprovechen el desayuno gratis!!!).

Sin muchas más ganas de caminar, me fui a la zona de restaurantes que está a una cuadra del hostel, y entré a un lugar que decía "comida japonesa". PA-TRA-ÑAS. Pero que maravillosa mentira (Schweinheim, esto te interesa). En realidad el lugar tenía dos métodos de comida. A la carta o podías agarrar las bandejitas que iban pasando por una cinta en medio de una mesa larga. Las bandejitas tenían sushi. Oh... la tentación. Pero me conozco. Puedo comer 35 piezas antes de darme cuenta que estoy por reventar. Fer, se que pensás que fue un sacrilegio, pero ese método es un engaña pichanga... cuando te querés dar cuenta tenés una cuenta de 195 libras. Además, pedí mesa para uno, y la china taimada (era china de posta, no estoy generalizando como hacemos siempre) me puso en la mesa esa, y tuve que resistir todo el tiempo. Finalmente pedí unos arrolladitos primavera y un pollo szechuan. ¿Cómo llegué a pedir eso? Bueno, en la época que tenía tele, veía por Sony un programa que se llama Iron Chef. En él había un cocinero que era invitado a una competencia con uno de tres "chefs de hierro". Creo que los elegía el contrincante. ¡Estaba buenísimo! La cuestión es que siempre hacían comida szechuan (lo que nosotros conocemos como "china" es cantonesa, imaginen que un país tan grande como China, no va a tener sólo esas dos clases). La cuestión, pedí un pollo (regla de oro en los chinos, si el pollo sale lo mismo que la carne, pedí pollo).

Lo bueno, estoy súper confiado con mi inglés ya, y estoy libre de congestión hace unos días. Lo malo, 5 horas de caminata traen consecuencias; y sigo sin llave del cuarto.

Las bebidas del día: Media pinta de Bulmers y una de Crumpton Oaks (sidras... muy ricas con el calor que hizo) y una botella de Tiger (cerveza asiática que mi brother Tor me viene recomendando hace mucho... tomá güacho).

Me despido ahora, porque mañana tengo un día movido... ¡¡Shazbut, nanu nanu!!

Les dejo algunas fotos para que se entretengan:
¡Vamo´lo´pibe! 

"Proud to be British, not Foreign"... Chupala viejita.

Facultad que me vendieron "como de Harry Potter".

¡Santos Jardines Botánicos!

Centro en honor al Titanic que van a abrir el año que viene, cuando se cumplan 100 años de que zarpara.

El "hueco". Ahí hicieron al Titanic.

Y por ahí salió... como ese barquito. Nada más que nunca volvíó.
"Jack... come back!"

Esta es la cinta interminable de sushi... ¡¡a papá mono con bananas verdes no!!

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