Después de ahí me puse a caminar y terminé en La Silla de Arturo, el punto más alto de Edimburgo. Una colina cuyo pico está a 250 metros... les puedo asegurar que fue mucho. Ahí me quedé un rato, pensando en esas cosas que uno piensa cuando está cansado, y también dormité un poco.
Después de un día tan pero tan sano, tenía que hacer algo para que mi hígado no pensara que le iba a dar un día de descanso. Así que fui al pub más cercano y pedí haggis. El haggis fue una de las razones por las que elegí venir a Edimburgo. Recuerdo en mis años de niñez haber visto una publicidad de Master Card o alguna tarjeta de crédito, donde explicaban el ritual del haggis durante el 25 de enero, cuando conmemoran el nacimiento del poeta Robert Burns, aunque el ritual no es exclusivo de esa fecha. Es toda una ceremonia. Entra el plato acompañado por un gaitero. El jefe del clan corta el haggis con un cuchillo ceremonial, brindan con whisky escocés, y rompen los vasos para que nadie más pueda brindar con ellos.
Desde que vi eso, hace (para poner un número, no me acuerdo el tiempo que tiene esa publicidad) 15 años, quise probar el haggis. ¡Y tengo que decir que cumplió las expectativas! Obviamente no rompí el vaso, ni hubo gaitero en el salón (había uno afuera, y sirvió bastante bien). Cerveza que acompañó, McEwan´s. Whiskey, Balvenie.
Un día tranquilo... Les dejo algunas fotos y videos, ¡¡shazbut, nanu nanu!!
Ilusión óptica japonesa. |
¿Dónde está Napoleón? |
Find the hidden tiger... |
Predator y yo, sacándonos fotos mutuamente. |
¡¡SIEMPRE PRESENTE!! |
Fibra óptica... si hubiese existido en los ´60, no habría humanidad. |
Todo es Vanidad. |
La Silla de Arturo. |
250 metros son más de lo que parecen. |
Cuervo volando... creo que es la mejor foto de mi vida. |
Haggis, tatties, nipps, salsa y Guinness. Alta cena. |
♥
ResponderEliminarGRU... el cuervo gritaba por los campos..